El tema de la inmigración ilegal ha generado cierta polémica en los últimos tiempos en la Argentina. En este contexto, la comunidad boliviana que vive en nuestro país es, sin lugar a dudas, una de las más relevantes de la Argentina y ciertos hechos de violencia perpetrados contra familias de este origen en los últimos días hacen necesaria una reflexión sobre la situación de esta comunidad en nuestro país.
El trabajo de investigación "Autopercepción de los bolivianos en la Argentina", realizado en las últimas semanas por el Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, aporta algunos datos de interés para analizar este fenómeno social.
Ante todo, surge que la inmigración boliviana tiene un arraigo importante en el país. El 68% reside desde hace más de cuatro años, mientras que sólo el 9% ha llegado durante los últimos doce meses. A ello se agrega que casi la mitad piensa quedarse definitivamente. También se destaca que seis de cada diez bolivianos residentes en la Argentina mayores de 18 años tienen niños que actualmente concurren a la escuela.
La búsqueda de trabajo es la principal causa por la cual alegan haber venido a vivir a la Argentina; se destaca que el 40% está enviando periódicamente dinero a su familia residente en Bolivia.
En cuanto a la inserción laboral, sólo el 25% está trabajando con contrato de trabajo, mientras que dicho porcentaje alcanza al 57% entre la población argentina. Es así como tres de cada cuatro bolivianos que están en el país trabajan en negro; de ello deriva que el 80% se atiende en el hospital público. Pero no sólo se trata de trabajos en negro sino que también son precarios, ya que sólo el 59% ha estado ocupado sin interrupciones durante los tres meses precedentes al estudio.
Con cerca de 1.200.000 inmigrantes y descendientes, la comunidad boliviana es la segunda con mayor presencia en el país, después de la paraguaya. Unos 300 mil bolivianos lograron la radicación. Y el resto espera el lento proceso de blanqueo que anunció el Gobierno.
La gran mayoría de los bolivianos, según testimonios recogidos por Clarín, están agradecidos por la hospitalidad que les brinda la Argentina, donde pueden trabajar, educar a sus hijos y cuidar su salud, por más que, en algunos hospitales públicos, les echen la culpa cuando se acaban los turnos. Pero el reciente crimen de Mamani y distintos actos de violencia con sospecha de discriminación han reinstalado el temor en la comunidad, al punto que el gobierno de Evo Morales reclamó esta semana al de Néstor Kirchner, vía diplomática, que
Por: Gisella Aguilera y Tamara Guzman